ABC Sábado, 07.05.16
El triunfo de la mentira de Syriza
prolonga el sufrimiento de los recortes
Es una desgracia que
la mayoría de los pueblos nunca escarmiente en cabeza ajena. Porque lo que
sucede en Grecia bajo el gobierno de Alexis Tsipras, el íntimo amigo y aliado
de Pablo Iglesias, líder de Syriza, el modelo de Podemos, sería una maravillosa
lección para todos los votantes de la izquierda comunista. Para todos los
convencidos de que la economía nacional se arregla con la elección de unos
gobernantes que quiten a los ricos y repartan entre los pobres. Eso es lo que
prometió Syriza. Y lo que llevó a Grecia a despeñarse por un barranco de
pobreza. Desde su victoria, el deterioro económico es brutal y masivo.
Y ahora llega el
recorte del 30% de las pensiones y subidas de impuestos que disparan los
precios y golpearán masivamente a las familias. Lo que alarga el doloroso
camino hacia un saneamiento cada vez más lejano. El triunfo de la mentira de
Syriza ha hecho más largo y profundo el sufrimiento de unos recortes, unos
sacrificios y unas humillaciones que la derecha de Nea-Demokratia estaba a punto
de ahorrar o paliar a los griegos cuando estos decidieron echarla para atender
a los cantos de sirena. La nueva huelga general que paraliza Grecia para
intentar evitar los masivos recortes de pensiones y subidas de impuestos y
precios es la cuarta que le organizan a Tsipras, con los lemas que utilizó él
mismo para llegar al poder. Sin la ayuda exterior condicionada a estos
recortes, la quiebra está servida.
Pero Tsipras
comprueba que siempre los hay aún más demagogos. Grecia está paralizada: desde
los barcos, autobuses y ferrocarriles a los colegios, al servicio público y la
administración. Los transportes seguirán en huelga hasta el martes y garantizan
la parálisis. Para entonces, el parlamento habrá tenido que aprobar los
recortes de pensiones y la subida de impuestos. Eso si no rompe la precaria
mayoría de tres escaños. Si cayera el gobierno, vuelta a empezar, cada vez más
pobres, más deprimidos y más cansados los griegos con sus gobiernos de la
izquierda popular.
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